Esta construcción conmemorativa se comenzó el 26 de septiembre del 2000, y la culminación de la obra se efectuó en poco más de dos años, gracias al esfuerzo de la empresa de construcción ECOAI # 4 y del apoyo de la población bayamesa.
El 15 de marzo de 2002 se inauguró el monumento a Rosa la bayamesa. La obra fue la última que inaugurara Vilma Espín, presidenta de la La Federación de Mujeres Cubanas. Estuvieron presentes, además, Lázaro Expósito Canto quien fuera en ese momento el primer secretario del Partido de la provincia de Granma y los familiares de los Cinco Héroes prisioneros del Imperio.
Una escultura ecuestre y un parque recrean el ambiente de la época neocolonial. La escultura, de bronce, tiene una altura de dos metros, y es una evocación a Rosa María Castellanos Castellanos.
La arquitectura estuvo a cargo de Pedro Pablo Ramírez Trujillo y de Germán González González. El escultor fue Alberto Lescay, presidente de la fundación “Caguayo” de la provincia de Santiago de Cuba. Este escultor refiere que, después de revisar los archivos históricos existentes, no encontró visión exacta de la mujer abnegada, por lo que trató de reflejar el rostro de la mujer bayamesa. La figura lleva un caduceo en su brazo derecho, símbolo de la medicina, en referencia a las labores que despeñara Rosa María Castellanos Castellanos durante la Guerra de los Diez Años, al permanecer al frente de un hospital.
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